La evolución de la Tierra puede dividirse, para su mejor estudio, en eras geológicas: la era arqueozoica y la era proterozoica (que integran los tiempos precámbricos), la era paleozoica, la era mesozoica y la era cenozoica. Las eras se dividen en períodos, algunos de cuyos nombres hacen referencia a las regiones donde se hallaron y estudiaron rocas con fósiles de seres vivos característicos de ese momento geológico. Así, por ejemplo, el período cámbrico toma su nombre de Cambria, antigua denominación de la región de Gales; el término cretácico, por su parte, deriva de creta, palabra latina que significa "greda”, roca sedimentaria característica de ese período. A lo largo de estas eras se fueron produciendo distintos ciclos orogénicos; es decir, procesos formadores de montañas. Las áreas que tienen un origen geológico común se denominan unidades geológicas o unidades estructurales.
Los tiempos precámbricos: Durante este larguísimo tiempo geológico, de unos 4.000 millones de años, se formaron los escudos o cratógenos, es decir, las primeras tierras emergidas. En ellas predominan el granito y el gneis del ciclo orogénico más conocido de los tiempos precámbricos es y el hurónico, pero es probable que con anterioridad hayan ocurrido varias orogenias. El paisaje precámbrico se presenta en la actualidad fuertemente erosionado, formando terrenos de suave pendiente y escasa elevación. Dada la antigüedad de los terrenos, es poca la información que tenemos acerca de ellos. Se ha comprobado la existencia de vida, pero se cuenta con escasos fósiles. Se puede afirmar que la vida comenzó en el mar, donde habitaban algas, bacterias y hongos.
La era paleozoica (paleozoica: "vida antigua”), abarcó unos 345 millones de años. Se divide en seis períodos: cámbrico, ordovíci- co, silúrico, devónico, carbonífero y pérmico. Durante esta era se produjeron dos ciclos orogénicos: el caledónico y el varíscico, llamado hercínico por algunos autores. Las estructuras montañosas de ese origen se presentan en la actualidad muy erosionadas. Tienen cumbres redondeadas y laderas de suave pendiente. Sin embargo, algunas estructuras varísci- cas sufrieron el empuje de ciclos orogénicos posteriores y volvieron a ascender, es decir, se rejuvenecieron o reactivaron y hoy presentan considerable altura. La fauna del paleozoico se caracterizó por el predominio de los trilobites, los graptolites (organismos flotantes) y los peces acorazados. En esta era aparecen arañas, insectos y los primeros reptiles. Entre los vegetales fue notable el desarrollo de los helechos gigantes con forma de árbol, que, con el transcurso del tiempo, fueron disminuyendo en número debido a los cambios del clima y a los movimientos geológicos. Los vegetales sepultados dieron origen á grandes yacimientos de carbón.
La era mesozoica (mesozoica: "vida media") abarcó unos 160 millones de años. Se divide en tres períodos: triásico, jurásico y cretácico. El acontecimiento geológico más significativo de esa era fue la separación del continente único, la Pangea, que se dividió en dos bloques separados por el mar. Estos bloques eran Laurasia, al norte, y Gondwana, al sur. La separación entre am¬bos la establecía el Mar de Tethys. Durante el jurásico se separa¬ron Norteamérica de Eurasia y Sudamérica de África, así como la Antártida, Australia y la India, que se unió al continente euroasiático. En esta era hubo varios ciclos orogénicos que, en general, no afec¬taron grandes áreas del planeta. Se los agrupa bajo el nombre de ciclo orogénico cimérico. Durante esta era se produjo, además, una intensa sedimentación en los fondos oceánicos, que preparó la formación del ciclo orogénico de la era siguiente. En esta era, el desarrollo de la vida fue impresionante. Aparecieron las plantas con flores y, entre ellas, predominaron las coniferas. Entre los animales alcanzaron amplio desarrollo los moluscos, como los amonites y los belemnites. Se expandieron los grandes reptiles: pterodáctilos, ictiosaurios, dinosaurios, tirano- saurios, que convivieron con aves con dientes y con los primeros mamíferos. Se piensa que nuevos cambios climáticos (hacia un ciclo árido) determinaron la extinción de los grandes reptiles, cu¬yo espacio fue ocupado por pequeños mamíferos y aves con pico. La era cenozoica La era cenozoica (cenozoica: "vida reciente”) comprende los últimos 65 millones de años de historia geológica de la Tierra. Se la divide en dos períodos: el terciario y el cuartario, que se extiende hasta la actualidad.
En la era cenozoica se produjeron dos acontecimientos geológicos fundamentales: el ciclo orogénico andino- alpino y las glaciaciones. El ciclo orogénico andino-alpino originó los grandes arcos montañosos de la actualidad, como la Cordillera del Himalaya y los Alpes. Las glaciaciones consistieron en el avance de los hielos desde los polos hacia latitudes intermedias, por efecto del enfriamiento del clima de la Tierra. Las glaciaciones modificaron fuertemente el paisaje, debido a su poder de erosión. Éstas también provocaron cambios en la distribución de la fauna del planeta. Así, numerosas especies, como rinocerontes e hipopótamos, se desplazaron desde Europa hacia África, en busca de climas más cálidos. La vegetación fue tomando las características actuales, predominando las coniferas en los climas fríos, las hayas y los sauces en las zonas templadas y las palmeras en las zonas tropicales. En el terciario vivieron pequeños animales, como el eohippus (de 30 cm), antecesor del caballo, y grandes animales, como el dinoterio, el mastodonte y el brontoterio. En el cuartario se desarrollaron los osos de las cavernas, los mamutes, los rinocerontes lanudos, los tigres diente de sable y los primates. Algunos de estos pri¬mates dieron origen a los monos. La evolución de los monos se dividió en líneas divergentes que originaron, por un lado, los antepasados de los grandes monos actuales (orangután, gorila y chimpancé) y, por el otro, hace alrededor de 14 millones de años, a los homínidos. Dentro de los homínidos se encuentra el hombre.
